De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, Life tastes good es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.
La belleza de este logotipo se basa en la justa importancia de sus vacíos dentro del cuerpo de la forma.
Life tastes good cohesiona a la perfección la imagen de un logotipo moderno y a la vez tradicional convirtiéndolo en atemporal.
Life tastes good es una perfecta muestra de cómo un logotipo se convierte en imagen inconfundible de su marca.