De entre los logos que podrían convertirse en clásicos, Take Five es de los aspirantes más aventajados por la exactitud de sus formas y peso.
La belleza de este logotipo se basa en la justa importancia de sus vacíos dentro del cuerpo de la forma.
Este logo es producto de las innovaciones tecnológicas que caracterizan el siglo pasado y que tanto han influido en el arte, es hijo y representante de su tiempo.
Take Five es una perfecta muestra de cómo un logotipo se convierte en imagen inconfundible de su marca.
Take Five basa su éxito en la fuerza de su gama cromática que rompe el espacio convirtiéndose en protagonista.
Take Five cohesiona a la perfección la imagen de un logotipo moderno y a la vez tradicional convirtiéndolo en atemporal.